lunes, 26 de mayo de 2008

Corazones




alegres, felices, de amistad, de vida, de paz... de amor, de Dios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se como explicarlo, pero así es. El corazón de una madre es distinto a todos los demás, por eso el amor que brinda también es diferente y especial.
El temor de un hijo cuando nace un nuevo hermanito es el tener que conformarse ahora, con la mitad de un corazón, que antes era para él solito.
No se como explicarlo, pero así es. Que difícil hacerle entender a un pequeñín, que cada vez que su mamá tiene un bebé, también nace en ella un corazón nuevo.
No se como explicarlo, pero así es. Las madres tienen tantos corazones como tantos hijos tienen.
-Eso es falso me dirá un hombre de ciencia y me lo demostrará con radiografías- Pero ¿qué saben la ciencia y las radiografías de los sentimientos maternales?
No se como explicarlo, pero así es. Cada madre entrega el cien por ciento de su corazón a cada uno de sus hijos. –Eso es falso me dirá un hombre de números y me lo demostrará matemáticamente- Pero ¿qué sabrán las matemáticas de lo que es capaz una madre?
No se como explicarlo, pero así es. El corazón de una madre no traiciona aunque no lo jure ante un altar. El corazón de una madre perdona, aunque no le pidan su perdón. El corazón de una madre no abandona, aunque ella misma viva en el abandono. El corazón de una madre sigue dando amor más allá de su propia existencia. Y si no lo creen, que alguien me diga… ¿porqué sigo sintiendo el amor de la mía, si bien sé que hace muchos años murió?
No se como explicarlo, pero así es. Cuan grande será el corazón de una madre y cuanto el amor que ella puede dar, que Dios siendo Dios también quiso tener una. Cristo nació en Belén, de una Virgen llamada María y su corazón fue (es) tan grande que amó a toda la humanidad.
No se como explicarlo, pero así es.

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