
- Un joven le pregunto al Sabio, ¿qué debo hacer para no enojarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.
- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.
- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.
- Pon atención a esas flores -continuó el sabio anciano, señalando unos lirios que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas.
Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse.
Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.
Esto, es vivir como las flores.
Mateo 5:44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen
Mateo 6:14
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Salmos 37:8 “Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo.”
Salmos 86:15 “Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.
5 comentarios:
Loly, tengo un premio para ti en mi blog, si te apetece, cuando puedas lo recoges..
Un beso muy grande
Jose
¡Me parece loable lo que piensas! Un saludo
Hola, te saludo desde Lima, Perú. Me encuentro en internet buscando imágenes de flores para un Power Point y la máquina (sabia ella) me presenta este blog. Voy moviendo el cursor y veo la flor más bonita que hasta ahora he encontrado y con un nombre que jamás había escuchado "Amanecer". Tonto yo, después de contemplarte por 10 minutos me he dado cuenta de que no eras una flor. Me he puesto a leer tus escritos y siento que eres aún mejor de como te ves. Muy lindos tus niños, asumo que es tu mamita la dama bien parecida del video de vacaciones. Los felicito a todos, se les ve muy felices e integrados unos a otros. Mas nada, no te quito más tu tiempo, sólo pedirte que me disculpes el atrevimiento de estas líneas, pero no pude abstenerme a darte las gracias por este espacio tan bonito que has creado. Soy sólo un caminante que encontró una bella flor marina en medio de la playa y que se detuvo un momento a contemplarla, no la corto porque no es mía, es de Dios y si estás aquí seguramente es porque Él quiere que seas la alegría de todos los caminantes que al igual que yo, tengan la suerte algún día de pasar por aquí.
Adiós Amanecer, que El Señor te bendiga.
Estimado Juan Carlos, de Lima, Perú. Leí hace unos días tu comentario y hasta hoy no he encontrado un momento para darte las gracias por escrito, pues con el corazón en el mismo momento te las di.
Me agrada y es una alegría que caminantes de la vida, como nosotros y muchos más, hagamos una parada en alguna posada de ese camino sinuoso y nos encontremos, por un momento al menos, con un reflejo de la bondad del Señor, que son las buenas personas anónimas muchas veces, que nos rodean. Tu eres una de ellas.
Y sí, Juan Carlos, lo mejor es que todo ocurre porque El así lo quiere.
Si vuelves a pasar por aquí hay una flor en forma de oración que he ofrecido al Padre por ti.
Que Dios te bendiga.
Hola, te saludo desde Lima, Perú. He seguido la misma ruta que utilicé la primera vez, la misma que por casualidad me trajo hasta aquí. Y mientras el sistema va “cargando”… me llegan los recuerdos de unas viejas palabras que de niño escuché:… “Del árbol no cae una hoja si no es voluntad de Dios”… Si eso fuera cierto, me dije…Haber descubierto tu blog no habría sido por accidente.
Como sea… tu página acaba de abrir…otra vez estoy aquí, otra vez sin que lo sepas. Me apuro a mirar la linda foto de esa flor que me encanta y luego de contemplarla prosigo. “A leer se ha dicho”
Inicio mi lectura, con la avidez de un sediento…Y de pronto…“(sic)…Si vuelves a pasar por aquí hay una flor en forma de oración que he ofrecido al Padre por ti.”
Me siento remecido, más bien “Enredado en la vida”, agradecido del agradecimiento y sorprendido por el regalo. “Una flor en forma de oración”. Nunca lo escuché, nunca supe que existiera, nunca oí palabras más bellas.
¿Qué te puedo decir? Me dejaste sin respuesta. Sólo se me ocurre escribir con simpleza ¡Gracias! ¡Gracias por tu talento! ¡Gracias por tu oración! Siento vergüenza de no estar a tu altura. Y espero me perdones, pero no soy capaz de entregarte con mis palabras una idéntica alegría, como la que tú has puesto en mí.
Amanecer, quizá sentirás que es muy temprano y yo muy osado para llamarte “querida amiga”, pero tus palabras ya entraron por mis venas y no puedo negarte mi admiración.
Ahora me voy tranquilo, con la paz de quien llegó a comprender, que la fortuna de haber conocido a la más linda flor de entre millones, sólo tiene una explicación… “Del árbol no cae una hoja si no es voluntad de Dios”
Adiós Amanecer. Que El Señor te bendiga.
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