BIBLIAS PARA TODOS LOS GUSTOS

Este es un mensaje que escribió un buen amigo mío refiriÉndose al popourrí que algunos tienen en la cabeza cuando leen la Biblia, sin saber bien de dónde viene la traducción ni quienes las ha puesto en circulación, puede ser la imagen de su desconcierto en cuestión de fe.

Dice así:

"Leí un artículo que trataba acerca de la multitud de Biblias existentes en el mercado:. Biblia del Ministro, Biblia del diácono, Biblia de la quinceañera, Biblia del director de alabanza, Biblia de la prosperidad, Biblia del líder rapero......... Y muchas otros títulos fácilmente imaginables.
Conviene leer la Biblia, pero más conveniente es leer una sóla. Para que no ocurra lo que a aquel predicador, el más leído de la congregación que, cuando subió al púlpito, le vinieron todas de golpe a la boca, diciendo:

"Creo que el mensaje de hoy ha sido claro y como dice la Palabra en el libro de Géminis, estaba el Faraón sentado en su trono con la ´Reina Valera`, cuando vino el Apóstol Pedro y le dijo: Faraón, te voy a contar una parábola. Hubo una vez un hombre que tuvo dos hijos, el mayor se llamaba Caín , el menor se llamaba Abel. Caín tenía siete vacas gordas. Abel tenía siete vacas flacas y las siete vacas flacas se comieron a las gordas, fue ahí donde Caín contrató a unos bandoleros, los cuatro jinetes del Apocalipsis, éstos aprovecharon la oportunidad cuando el hermano menor le pidió a su Padre la herencia que le correspondía y al salir por el camino, le asaltaron y golpearon. Una parte de este joven cayó al lado del camino, otra entre espinos y la última entre pedregales. Con lo que recogieron de él, llenaron 12 cestas.

Entonces vinieron dos amigos de la victima, uno se llamaba José Smith, el otro Mahoma. Éstos vendieron todo lo que tenían y compraron "la Perla de gran Precio", la pusieron en la honda, se acercaron al gigante y le golpearon en la cabeza, entonces se la cortaron, la pusieron en una bandeja de plata , la llevaron a Herodes e hicieron una gran fiesta, pero sólo pudieron llegar cinco vírgenes prudentes, ¡Aleluya!"

Amigos, construid sobre roca, cuidadín con las arenas...

Paz y bien